miércoles, 2 de abril de 2014

CAPITULO 19



Las pocas veces que había visto a su familia, siempre le habían parecido muy felices, mental y físicamente saludables, aunque el abuso podría estar oculto también. Se había hablado de viajes de esquí en Colorado y vacaciones en la playa en Florida, y Marta había querido visitar Paris por su vigésimo quinto aniversario de boda. Sonia había hablado incesantemente acerca de los chicos y, posiblemente, convertirse en maestra algún día.
El padre de Pedro —Dios, ¿Cómo se llamaba? Daniel, ¿Verdad?— Era más reservado que su esposa e hijos, pero educado, sino un poco pretencioso de tener dinero. Si no recordaba mal, estaba bastante en lo alto de la escalera de alguna compañía de Fortune 500 en Birmingham. Su vida en ese entonces tenía todos los ingredientes del sueño americano: salud, la riqueza, la felicidad. No había grietas visibles.
¿Qué había pasado con ellos?
Cuando Elena pasaba, Paula la llamó—: ¿Tienes algún momento para tomar un café?
Elena miró su reloj. —Siempre tengo tiempo para el café, especialmente cuando tú me lo compras.
—Vamos a sentarnos afuera —dijo Paula.
Una vez que tuvieron sus cafés y estaban sentadas en un banco de piedra en la zona de descanso al aire libre, Paula decidió contarle su dilema a Elena. —Necesito hablar con alguien.
—Pensé lo mismo.
Paula frunció el ceño. —¿Cómo es eso?
—Bueno, para empezar, que rara vez me pides sentarme al aire libre durante un descanso, y por otro, la pila de archivos en la que has estado trabajando durante la última media hora no ha disminuido…
—Es molesto cuan observadora eres —dijo Paula graciosamente, pero sin malicia real.
Elena se encogió de hombros. —Alguien tiene que mantener a los doctores a raya.
—Entonces —dijo Paula—, este gran secreto de Pedro está lentamente volviéndome loca. He intentado muy duro sacarlo de mi cabeza, y estaba haciendo un trabajo bastante bueno, también, hasta que conocí a unos amigos suyos. El Domingo... vinieron e inadvertidamente me dieron un poco de información. Ahora es todo lo que puedo pensar. Estoy bastante seguro de que he llegado a mi límite, Elena.
—Espera, retrocede un segundo. ¿Cuál es la información que obtuviste?
Paula se frotó la parte posterior de su cuello, incómoda por decirle a Elena los magros trozos que conocía hasta el momento, a pesar de que mantendría su conversación confidencial. Además de eso, ¿A quién iba a contárselo? Tal vez estaba preocupada de que Elena pensaría mal de ella por ser tan confabuladora. Una dura palabra, pero así es como Paula sentía que se había comportado con Tamara.
—Bueno, Pedro finalmente me dijo que su partida tuvo algo que ver con su familia, pero eso es todo lo que me dijo. Y para ser justos, me di cuenta de que le dolió solo decirlo, así que retrocedí. Pero luego este domingo hice algo verdaderamente horrible. —Miró a Elena, y esta hizo un gesto para que continuara.
—Estaba teniendo esta conversación con alguien, la amiga por asociación, qué sabe lo que pasó, y como estoy con él pensó que lo sabía. Pero entonces dijo algo sobre la madre de Pedro tratando de suicidarse, como resultado de lo que hizo su padre y yo... hice un ruido que prácticamente delató que no sabía nada.
—Oh Jesús, Paula.
Paula bajó la cabeza. —Lo sé. Soy una persona horrible, lo entiendo, pero aparte de mi naturaleza podrida, ¿qué hago ahora?
—No, no me refiero a lo que hiciste fue horrible. Un poco deshonesto, tal vez, pero con tu historia pasada con Pedro, creo que es perdonable ¿Su madre intentó suicidarse?
—Al parecer.
—Pobre chico. Sea lo que sea que su papa hizo, debió ser terrible.
—Confía en mí, he pasado por todas las situaciones que se me ocurren por la cabeza por lo menos cien veces.
—Realmente no es bueno para ti que estés distraída en el trabajo —dijo Elena, no es que Paula no era muy consciente de esto ya.
Miserablemente, Paula dejó caer su rostro en sus manos. —¿Qué hago, Elena?
—Tienes que decirle.
—Pero decirle que ¿Qué engañé a la novia de su mejor amigo por información? Se pondrá furioso conmigo, y con razón.
Elena hizo una mueca. —Oh, no lo sé. Podría encontrar un gran alivio por finalmente sacar eso de su pecho.
—Pero voy a ser la que le obligó a sacarlo antes de que esté listo. Es obvio que es algo traumático, algo que aún le duele.
Paula se puso de pie y se acercó a la baja pared de hormigón alrededor de la zona de descanso. La situación se sentía desesperada, pero ya no sería capaz de ignorarla por más tiempo. La barrera entre el pasado y su futuro parecía tan sólida como la fría pared de piedra en sus caderas. Pedro tendría que haber sido honesto con ella, por más duro que fuera, de lo contrario los porque siempre estarían en el medio como una nube gris sobre sus cabezas. ¿Por qué se fue, por qué no llamó ni escribió? ¿Por qué se había ido por tanto tiempo, por qué no la amaba lo suficiente como para confiar en ella con la verdad?
—No quiero perderlo, no cuando acabo de encontrarlo.
—Él te encontró, ¿Recuerdas? —dijo Elena, dejando caer una mano consoladora en el hombro—. Y si se empiezas con eso, todo va a estar bien.
Paula dejó su café sin tocar el muro. De todos modos se había enfriado. Frío e incómodo.
Las cosas que tu familia hace están más allá de tu control. Entendió que de ninguna manera Pedro era responsable. No afectaba ni en un ápice a la forma en que se sentía por él. Pero todavía quedaba el fantasma del dolor de cuando la había dejado, y con el fin de ordenar su relación, para sentirse enteros y sanos, debían abrirse por completo.
—¿Sabes el nombre de pila de su padre? —preguntó Elena.
—Creo que es Daniel. ¿Por qué?
—Podrías buscarlo en Google, para ver que aparece. La mayoría de las cosas de interés periodístico están Internet. Por lo menos puedes encontrar un artículo en su periódico local. Podría disminuir el deseo de escuchar esto de él. Luego, cuando se decida a decírtelo, no será tan chocante.
—O podría simplemente multiplicar la culpa que ya siento por engañar a Tamara.
—¿Quién?
El ascensor del sistema hospitalario crujía a la vida, trayendo a Paula de nuevo a la sala de emergencia. —No importa —dijo a Elena mientras se dirigía en su interior

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